lunes, 4 de junio de 2007

FONDART, la cultura chilena de la loteria de Babilonia

Resumen del texto escrito por Jorge Sepulveda el 23 de marzo de 2007.

Los inútiles siempre han sido un problema para el Estado: la forma en que se los enfrenta es la que siempre ha establecido las principales definiciones políticas, económicas y sociales. Es a partir de su reconocimiento que se levantan las políticas estatales. Si ustedes se fijan con cuidado la historia de las modificaciones de las políticas estatales es la historia de la modificación de la definición del inútil.

Mi primer postulado de este texto es que el FONDART es una institución que fue creada para subsidiar inútiles que, con el pasar del tiempo, desarrollaron criterios de eficiencia: o sea se socializaron. Y en ese proceso modificaron la institución.

Mi segundo postulado es que el gran error en la formación de FONDART fue decidir financiar ideas y no comprar obras.
El fenómeno que si se produjo es el que he denominado de criterios implícitos: es decir, progresivamente los postulantes a los fondos fueron comprendiendo que debían saber leer los indicios de los resultados anteriores para así tener más posibilidades de ganar con su proyecto. Es posible establecer un rango del arte chileno a partir de esos resultados, más aún, es posible establecer un perfil del artista que gana Fondart, construido estadísticamente a partir ellos.

Mi tercer postulado es que al percatarse de los errores del sistema desestimaron un cambio estructural por uno basado en una pésima casuística.
Esto es simple de explicar:
1.- al verificarse la existencia de denuncias de confabulación y favoritismos se decidió crear una rotación de evaluadores y jurados seleccionadores.
2.- al verificarse la presentación de antecedentes falsos o engañosos se notarificó todo el proceso, lo que actuó a contramano de la digitalización y simplificación de todo el Estado en esos años.
3.- al constatarse que mucho fondos adjudicados no terminaban en la concreción del proyecto se solicitó primero una rendición de cuentas para ver que los dineros fueran gastados.

Mi Cuarto Postulado es la existencia del EFECTO MOP.
1) complejización creciente de las bases y formularios de postulación,
2) a la solicitud de variables cualitativa y cuantitativas predictivas en función de efectos difícilmente estimables (ya que muchas veces esos efectos forman parte del proceso de la obra)
3) al impulso formalista que obliga a formatear, anillar y numerar todo.
La consecuencia inevitable del efecto MOP es la profesionalización de postuladores a los fondos quienes, por una parte, manejan una retórica de postulación y son expertos recolectores y chequeadores de antecedentes.

EL ÉXITO DEL MODELO CHILENO :: BRANDING DE ESTADO.

Debo aclarar que no todos los procesos descritos son exclusivos de la institucionalidad artística estatal, muchos de las decisiones han sido tomadas dentro de contextos históricos más amplios como el difícil afianzamiento de la democracia en Chile, la estatización y clausura de los medios críticos de comunicación, la consolidación, envejecimiento e inamovilidad de los patriarcas de la libertad en sus cargos, la razzia que el Discurso Predominante realizó con las otras historias posibles.

En resumen podríamos decir que el Arte en Chile se ha transformado en el empleado incómodo del Estado: el que fue recomendado por un pariente, el que se rebela y trata de hacer las cosas de otra manera, el empleado que desearía estar en otra parte haciendo otra cosa pero que tiene que comer y, por eso, tiene que trabajar acá por que no sirve para nada más.

Esto coincide con dos políticas gubernamentales chilenas coincidentes: el Branding - País y las Industrias Culturales. El primero es un intento de posicionamiento estratégico que permitió la negociación de los Tratados de Libre Comercio que incluían, entre otros, regulaciones sobre Propiedad Intelectual y circulación de objetos de arte.

¿Cómo funciona el branding?
Estableciendo una relación entre el nombre/marca con una sensación de satisfacción de necesidades. Eso explica el encandilamiento neoliberal con la marca Chile. Los problemas que se definen se resuelven discursivamente, los resultados cuantificables se comparan consigo mismos, sustentando una inflación simbólica.
El modelo de Industrias Culturales en Chile corresponde a esa ficción requerida por el Branding-país: se establece un modelo teórico que regula normativamente hechos que no suceden debido a que en Chile no hay competencia económica entre los productores pues no existe el tamaño de mercado requerido y, por ello, no hay a quien aplicar las leyes. Sin embargo existen políticas de las que jactarse.
Lo mismo ocurre con las iniciativas tendientes a empresariar a los productores: se copió la estrategia minusválida y paternalista de las Pymes, ello permite decir que hay productores culturales pero no se habla de cómo ellos son los que subvencionan la política estatal absorbiendo el riesgo total de sus iniciativas y entregando sus pequeños éxitos a la maquina publicitaria.

Todo esto está suficientemente detallado en el artículo Estado de resultados

Para Finalizar: Espero que este esfuerzo sintético sirva para comprender el proceso por el que se fue constituyendo este sistema, para con ello lograr explicar la desazón visible en la gran mayoría de los postulantes a Fondos Culturales Estatales para quienes, como en el cuento de Jorge Luis Borges La Lotería de Babilonia, cualquier hecho podría ser premio y castigo de una lotería inescrutable y caprichosa.

¿QUE HACER? ¿COMO HACER INSTITUCIONALIDAD ESTATAL PARA EL ARTE?

La primera posibilidad es reponer una solución desestimada: la creación de un Poder de Compra de obras de Arte.
Crear un sistema complementario a la institucionalidad estatal descrita, que estuviera orientado a los objetos dentro de una política de investigación crítica sobre cultura.

¿Cómo podría implementarse?
Mediante fondos de investigación historiográfica de arte a largo plazo que, necesariamente, generen exposiciones y publicaciones periódicas. “El Estado debe comprender que el criterio es el principal excedente de la cultura”. Criterio que, a su vez, produce mecanismo de identificación social con el ejercicio cultural nacional. Criterio peligroso por cierto, por que evalúa sucesivamente y obsesivamente su entorno de producción.

¿Son implementables estas proposiciones?
Son imposibles si continuamos confundiendo espectacularización de la cultura con procesos culturales.

¿Por qué lo hacemos entonces?
Porque las actividades espectaculares generan números que pueden ser exhibidos a corto plazo como éxitos, desolando los procesos culturales que generan países.

Dan Cameron, curador dijo “se equivocan quienes creen que las instituciones favorecen al arte, las instituciones tienen como principal objetivo eternizar su existencia”. Su objetivo son ellas mismas. El arte y los artistas chilenos podrían superar su autoreferencia discursiva haciendo acotaciones mediante obras salvajes que señalen eficientemente cómo Chile llegó a ser un país bloqueado por si mismo.

Revisen este enlace:
Fondaridades, cosas y casos de una institucionalidad cultural.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

alguien comparte conmigo que aquí está a punto de suceder algo muy interesante?

Anónimo dijo...

yo creo que es un premio a lso que no tienen dinero

y si tu no has ganado ninguno no deberia desquitarte de esa manera...sos como el pico

Rivera dijo...

para aprender hacer un fondart y ser "experto" no rekiere mucho trabajo, el sistema es asi, si no te gusta no lo hagas me tinca que eres un peresoso, sdemas los proyectos e ideas siempre se han gestionado recuerda a da vinci cuando hblaba con sus mecenes y ofrecia sus ideas, adios flojo